La vida transcurria monotona en aquel rincon del desierto.
Aunque hacia tiempo que los vigias no detectaban movimientos de tropas,se mantenia la
severa prohibicion de alejarse de Mar-Saba.Eli y Abiran salieron del remanso del agua
temblando...Una vez fuera quedaron paralizados...inmoviles,sin atreverse a musitar palabra alguna.Los soldados griegos les hicieron varias preguntas sin dejar de blandir lanzas y espadas.Eli y Abiran se echaron a llorar.Los soldados griegos,tras cerciorarse de que solo se trataba de dos muchochos judios,y riendose a carcajadas,les ataron al tronco de una palmera.El llanto convulsivo de Eli y Abiran se transformo en lagrimas silenciosas.Sin saber que es la muerte,la sentian cercana.
Minutos despues los dos muchachos corrian libres por el desierto,sin poder contener lagrimas de rabia y verguenza.Por su desobediencia habian puesto en peligro a toda la aldea y habian maldecido el hombre misericordioso de Yahve.Los soldados reian junto al rumor de los manantiales de aquel oasis que era como el paraiso.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
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